Última actualización 5 noviembre, 2019
En los vinos, los sistemas alternativos de cierre de botellas se están inclinando más por la tapa a rosca o los tapones sintéticos más que los de corcho.
Muchas veces uno mira un tapón sintético o a rosca de un vino y decepciona y se sabe que 9 de cada 10 consumidores de vino prefieren el corcho a otro tipo de cerramientos para las botellas de vino.
Las screw cup o tapas a rosca junto con los tapones sintéticos tienen ciertas ventajas , como también tienen otras los tapones de corcho, aunque en definitiva lo que importa es cuál es el mejor sistema para cerrar cada vino en particular, ya que la funcón del tapón es producir una barrera para el ingreso del aire al vino debido a que el oxígeno es el que produce la oxidación. Tal es así que el mismo vino envadado en diferentes botellas con corchos diversos evoluciona diferente. Una de las críticas con respecto al tapón de corcho son los riesgos de contaminación que le dan al vino el conocido olor a corcho.
Los tapones sintéticos carecen de contaminación microbiológica , no se producen hongos ni el vino se pudre por estar mal guardada la botella. Se pueden aplicar a cualquier línea de vinos, pero en general se usan para vinos menos costosos. Son mucho más económicos que los tapones de corcho. Se usan para vinos jóvenes, frutados y frescos pero nunca para un vino de guarda.
La tapa a rosca es cómoda para destapar un vino. Las botellas se pueden abrir fácilmente y cerrarse para ser consumidas luego. Se usan especailmente en vinos blancos, donde se produce una evolución más lenta y por lo tanto se mantienen mejor los aromas. También se usa en vinos tintos de cuerpo medio donde es apreciada la intensidad de la fruta y su frescura. El tema está más que todo en la percepción del consumidor y por eso no se impone, a las personas en general les gusta más el corcho ya que se asocia el tapón sintético y el cierre a rosca con poca calidad.
Las bodegas deberán bregar mucho para imponer los cierres a rosca y los tapones sintéticos.